
Es importante fortalecer los ligamentos de la rodilla para prevenir lesiones. Te informamos de las causas y ejercicios que puedes hacer para fortalecer esta zona.
Cómo prevenir las lesiones musculares en piernas y pies
La bursitis es un trastorno que afecta a las bolsas sinoviales, es decir, los sacos de fluido que se encuentran alrededor de las articulaciones y que amortiguan la actividad de los tendones, huesos y músculos.
La bursitis es un trastorno que afecta a las bolsas sinoviales, es decir, los sacos de fluido que se encuentran alrededor de las articulaciones y que amortiguan la actividad de los tendones, huesos y músculos. Cuando estas bolsas se inflaman aparece la bursitis. Normalmente, afecta más al codo, al hombro y a la cadera. Sin embargo, este trastorno también puede darse en el talón, en la rodilla y en la base del dedo gordo del pie. Lo habitual es que la bursitis aparezca cuando se mantiene una postura forzada continuada.
Si sufres bursitis, los síntomas que sentirás en las articulaciones afectadas serán los siguientes:
Entre las causas más destacadas de la bursitis se encuentran las posturas forzadas o los movimientos repetitivos. Por ello, es bastante común que lo sufran personas como los barrenderos, los enfermeros, los peluqueros, los cocineros o los camareros. Todos ellos tienen que mantener durante horas el cuerpo en una posición que no es la más cómoda ni la más natural.
Por otro lado, existen otras causas como los traumatismos o las lesiones en la zona afectada. También la artritis, las infecciones o la gota.
Según los expertos, cualquier persona tiene la posibilidad de sufrir bursitis. Sin embargo, hay factores que pueden aumentar el riesgo de padecer este trastorno:
Tal y como hemos explicado antes, la bursitis aparece en muchas ocasiones por el tipo de postura en la que permanece el cuerpo. Es más, el teletrabajo ha influido en el número de casos de este trastorno. El hecho de trasladar las tareas profesionales a casa ha provocado que el nivel de relajación de los empleados disminuya y aumenten las posturas inadecuadas.
Así, el hecho de estar sentado frente al ordenador de cualquier forma o tener que responder a llamadas de manera constante provoca, no sólo dolor lumbar o de cuello, molestias en las rodillas y los músculos de las piernas por las horas sentados. A veces, el hecho de querer llevar a cabo ciertas acciones con rapidez en vez de con cuidado, provoca que el organismo se vea resentido en diversos aspectos.
Por otro lado, el hecho de estar de pie de forma constante o realizando movimientos repetitivos mientras se mantienen posturas forzadas provoca que el cuerpo abandone la sensación de confort para adaptarse a la actividad que se quiere desarrollar, aunque esta le perjudique. Como consecuencia, se producen lesiones musculoesqueléticas, afectando al tronco, al cuello, a las piernas y a los brazos. Agarrar una guitarra de manera constante, estar de pie o sobre el lavadero de cabezas en la peluquería, limpiar con una escoba durante horas la vía pública o ir de habitación en habitación para comprobar la situación de los pacientes que se encuentran hospitalizados puede dañar las zonas de las articulaciones.
Es cierto que no todos los tipos de bursitis -isquial, tocantérea o subacromial, entre otras- pueden prevenirse. Ahora, es posible reducir su riesgo cambiando, por ejemplo, desarrollando algunos hábitos al realizar ciertas actividades. Algunos de los consejos que se pueden seguir son los siguientes:
Otros puntos importantes: hacer ejercicio, seguir una dieta equilibrada y mantener un peso saludable también puede prevenir la bursitis.
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