Causas y cuidados para tratar las lesiones musculares en cuello, espalda y tórax
Dolor lumbar: Que sí podemos hacer y qué no.
Denominamos lumbalgia o dolor lumbar a todo aquel que aparece localizado en la parte baja de la espalda, a la altura de los riñones y suele estar asociado principalmente a estructuras como los músculos, articulaciones y ligamentos de esta zona.
En una entrada anterior hablábamos sobre el dolor de espalda como uno de los más comunes y más incapacitantes entre la población.
En este artículo vamos a ser más específicos y vamos a hablar sobre el dolor lumbar en concreto, para daros algunos consejos sobre qué podemos hacer y que no en el momento que aparece.
Denominamos lumbalgia o dolor lumbar a todo aquel que aparece localizado en la parte baja de la espalda, a la altura de los riñones y suele estar asociado principalmente a estructuras como los músculos, articulaciones y ligamentos de esta zona.
Está descrito que el dolor lumbar puede venir dado por un conjunto de causas tanto físicas como factores psicosociales, ya que el estrés o las emociones pueden tener un efecto directo sobre la tensión o contractura muscular y viceversa.
Independientemente de su origen, ¿Qué podemos hacer cuando de repente nos quedamos “clavados” con un dolor agudo insoportable, que nos paraliza y nos deja casi sin respiración?
Normalmente se da después de un gesto de flexión y/o rotación del tronco, como pueden ser agacharse a recoger un objeto o moverlo de un sitio a otro, que rápidamente se desencadenan estos síntomas.
Vamos a daros algunos consejos sobre lo que SÍ podemos hacer.
- Estirarse tumbado boca arriba con un cojín bajo las rodillas: las primeras horas el reposo será nuestro mejor aliado para bajar el nivel de dolor. Relajando la musculatura que estará espasmada para producir algo de analgesia
- Aplicar calor local: con una esterilla eléctrica, bola de agua caliente…. El calor mejorará la circulación sanguínea en los músculos de la zona lumbar y permitirá que se oxigenen disminuyendo su tensión
- Automasaje: una técnica eficaz que podemos aplicarnos directamente. Aplicando una crema como Fisiocrem , masajeando suavemente la zona dolorida permitirá que sus principios activos actúen disminuyendo el dolor
- Ejercicios respiratorios: durante las primeras horas de máximo dolor, controlar nuestra respiración nos ayudará a reducir la sensación de dolor (llevando el aire a la barriga, aguantándolo unos segundos y soltándolo suavemente).
- Movilidad: en cuanto nuestro cuerpo nos lo permita es importante empezar a moverse de manera suave y controlada.
Realizándolos con lentitud nos ayudará a disminuir el dolor y sobre todo a que no se cronifique.
Empezar a mover las extremidades superiores e inferiores sentados en una silla para luego ponernos de pie y hacer pequeños pasos frontales, laterales o elevar rodillas pueden ser un ejemplo de cuales realizar.
Por otro lado también hemos de tener en cuenta que es lo que NO debemos hacer.
- Agobiarnos: estresarnos y ponernos nerviosos solo hará que aumente nuestro dolor
- Descanso prolongado: alargar el reposo y el estar tumbados solo conseguirá que nuestro dolor se cronifique… en cuanto puedas empezar a moverte ¡Hazlo!
- Medicación: evitar la toma sin evaluación médica, ya que los riesgos, efectos secundarios o interacciones deben ser evaluados por un profesional médico
- Internet: buscar información sobre nuestro dolor puede llevarnos a conjeturas erróneas, preocupándonos más y empeorando nuestra sintomatología.
Esta es una guía básica de cómo actuar en las primeras horas, hemos de tener en cuenta que si el dolor es excesivamente intenso o va acompañado de otros síntomas como puede ser fiebre o vómitos deberíamos acudir al médico.
Más en Consejos y pautas para tratar lesiones musculares
Otras categorías del blog
Una gama de productos pensados para ti.
Descubre el producto que mejor se adapta a tus necesidades entre nuestra gama de soluciones específicas de alta eficacia.