Trucos y consejos para la prevención de lesiones musculares

Molestias musculares al dar a luz

A medida que avanza el embarazo, el cuerpo sufre ciertos cambios que, aunque sean normales y varíen de una mujer a otra, pueden ser molestos.

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El embarazo es una etapa muy emocionante y marca un antes y un después en la vida de cualquier mujer. Pese a la alegría de saber lo que está por venir, el cuerpo de la mujer va experimentando muchos cambios durante el periodo de gestación, siendo unos más visibles que otros. Además, a estos cambios hay que añadirles ciertas molestias musculares que muchas mujeres experimentan incluso después del parto. Conocer bien estos cambios físicos y cómo aliviar las molestias asociadas ya durante el embarazo es fundamental para prepararse y conseguir llevar un postparto con las menores molestias.

Los cambios en el cuerpo durante el embarazo

A medida que avanza el embarazo, el cuerpo sufre ciertos cambios que, aunque sean normales y varíen de una mujer a otra, pueden ser molestos. En general, los principales cambios que se observan son:

  • Cambios en la piel: durante el embarazo se sufren ciertos picores fruto del estiramiento de la piel y la resequedad que se puede sufrir a causa de los cambios hormonales. Una vez se ha dado a luz, este estiramiento puede traducirse en pequeñas estrías, sobre todo en la parte abdominal.
  • Sudores: la mayoría de mujeres que han dado a luz afirman sudar muchísimo durante unos días. Esto es solo una reacción del cuerpo frente al aumento del agua en los tejidos en el embarazo.
  • Pies y tobillos hinchados: la misma retención de líquidos durante el embarazo provoca que los pies y tobillos se hinchen. Al dar a luz, esta hinchazón desaparece rápidamente, sobre todo si se recupera la completa movilidad.
  • Aumento de peso: el más evidente y el más importante para llevar un embarazo sano. Después de dar a luz, las mujeres se encuentran con una silueta muy diferente a la que tenían antes del embarazo: cintura más ancha, barriga hinchada, pecho más voluminoso… Una buena dieta, el ejercicio físico y dar el pecho aceleran la recuperación del cuerpo hacia su figura habitual.

Los molestias musculares fruto del embarazo y el parto

Además de cambiar la figura, el aumento de peso es también uno de los responsables de las dolencias musculares y articulares en las embarazadas. De hecho, más del 50 % (Stanford Children’s Health. s. f.) afirman sufrir este tipo de molestias a partir del segundo trimestre, donde la carga física adicional empieza a ser más notable y puede llegar a ser de entre 10 y 15 kilos en el último trimestre. Las articulaciones, los músculos y los ligamentos se resienten considerablemente, viéndose bastante afectadas las lumbares, la zona abdominal y en especial piernas y pantorrillas. Estas extremidades inferiores también pueden sufrir las consecuencias de:

  • La retención de líquidos, causando cierto entumecimiento en las piernas.
  • El cambio hormonal, cuando las hormonas como la relaxina aflojan y debilitan los ligamentos de las articulaciones.
  • La postura que, aunque afecta más a las lumbares y espalda, provoca un efecto de piernas cansadas en la embarazada.

Además, el esfuerzo que se realiza al dar a luz también influye directamente en estas molestias musculares. Hay que tener en cuenta que todos los músculos del cuerpo participan en el esfuerzo que supone traer a un bebé al mundo, y es prácticamente natural que los músculos de la espalda y extremidades se resientan después de tanta tensión.

Asimismo, si se prolonga el trabajo del parto, se pueden llegar a sentir calambres en las piernas que luego hará que muslos e ingles estén más sensibles o incluso duelan. Esto es debido a la acumulación de ácido láctico, producido por la extensión y flexión de los músculos al adoptar las diferentes posturas durante el momento de dar a luz.

Por otra parte, también hay que recordar el esfuerzo físico al que el cuerpo está sometido durante el embarazo y el parto continúa posteriormente con el cuidado del recién nacido. Esta nueva etapa también implica el tener que adoptar posturas nuevas y repetitivas que también pueden derivar en dolencias musculares, como lumbalgia aguda o tendinitis.

Cómo aliviar las dolencias musculares postparto

Con el objetivo de recuperarse cuanto antes y para calmar y aliviar las molestias musculares postparto que se puede sufrir, existen ciertos hábitos o remedios naturales recomendables a tener en cuenta:

  • Ejercicio físico y corrección de posturas: el movimiento alivia la molestias. Empezar con cortos paseos o realizar ejercicios suaves sin impacto como el yoga, pilates o natación reforzarán las articulaciones, el abdomen, la espalda y el suelo pélvico. Aparte, usar fajas o utilizar un cojín de lactancia contribuirá a corregir ciertas posturas y a quitar tensión en la parte lumbar y dorsal.
  • Aplicación de calor: adquirir una bolsa de agua o un cojín caliente para aplicar en aquellas zonas más doloridas ayuda a mejorar la circulación y a reparar los músculos que más han sufrido durante el parto, en concreto las piernas y el abdomen.
  • Masajes hechos por un profesional: los masajes alivian al instante los músculos y ligamentos, y pueden incluir ciertas cremas con ingredientes naturales con efecto analgésico y antiinflamatorio.
  • Hidratación y dieta específica: existen ciertos alimentos, como los cítricos, el té, la cúrcuma, el jengibre, o el pescado rico en omega-3, que poseen también propiedades antiinflamatorias y analgésicas que pueden contribuir al bienestar de las articulaciones y músculos. Aparte, mantenerse hidratada es clave para que los músculos se recuperen.

Por último, aunque durante la lactancia se debe ir con cuidado con las contraindicaciones que pueden tener ciertos productos, existen soluciones tópicas naturales que pueden también ayudar a aliviar molestias postparto. Por ejemplo, el producto Fisiocrem Gel Active, a base de ingredientes como la árnica y caléndula, ayuda a relajar la tensión muscular acumulada, conseguir una sensación de confort y evitar lesiones. Es un producto seguro para mujeres embarazadas o en período de lactancia.

Además, Fisiocrem Gel Active es apto para todo tipo de pieles, no mancha la ropa, y lo puedes aplicar tú misma con un suave masaje. Ideal para aquellos momentos en que las molestias musculares se vuelven muy intensas.

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