El cuerpo humano está constituido por más de 650 músculos que representan, en la mayoría de los casos, alrededor de la mitad del peso corporal en una persona. Estas estructuras están conformadas por muchas células cilíndricas, que son denominadas fibras.
Debido a todas las características y capacidades que poseen, los músculos son sumamente importantes en la producción de movimientos y estiramientos, acciones indispensables para desenvolverse diariamente y efectuar actividades básicas como caminar, correr, nadar, comunicarse con expresiones faciales y un sinfín más de actividades.
Uno de los componentes más significativos del músculo es la flexibilidad y, dentro de esta, se incluye la elasticidad muscular.
En este post podrás conocer los músculos más importantes del cuerpo y sus funciones.
Qué es la elasticidad corporal y por qué es tan importante
La elasticidad muscular es propiciada por las fibras musculares, que realizan contracciones que originan los movimientos. En otras palabras, es la capacidad de los músculos de extenderse o elongarse para, posteriormente, volver a su posición inicial. Esta propiedad de los músculos no debe confundirse con la contractibilidad o excitabilidad muscular.
Esta cualidad es sumamente importante, puesto que para los músculos es indispensable generar impulsos que posibiliten su extensión, pero sin que se perjudique su estructura inicial. Todos los tejidos musculares requieren de la elasticidad para tener un óptimo desempeño, ya que si un músculo carece de elasticidad, no estará en condiciones para realizar movimientos.
Beneficios de poseer una elasticidad muscular óptima
Es bien sabido que en el ámbito deportivo es especialmente necesario contar con buenos niveles de elasticidad muscular, puesto que ésta potencia significativamente el rendimiento en las distintas disciplinas. Además, es habitual que exista el temor a sufrir lesiones mientras se realiza actividad física exigente, y la elasticidad muscular disminuye significativamente el riesgo de experimentar una lesión de este tipo.
Más allá de las lesiones, el dolor muscular casi siempre está presente tras realizar ejercicio físico. Sin embargo, como la elasticidad muscular beneficia y estimula el flujo sanguíneo, el dolor post entrenamiento se puede reducir si se cuenta con buena elasticidad.
Generalmente, la vida empuja a estar en constante movimiento y las tareas diarias casi siempre requieren de un cierto grado de actividad física para su ejecución. La libertad de movimientos también estará condicionada a la elasticidad que se posea, lo que quiere decir que una óptima elasticidad muscular no solo beneficia a los deportistas, sino que también influye directamente en la calidad de vida y el rendimiento de actividades comunes.
La ausencia de elasticidad está relacionada también con dolores articulares asociados a la columna vertebral, lo que conlleva a la incapacidad de realizar ciertos movimientos, o bien reducir el rango articular de los mismos, la agilidad y también la coordinación al realizar los movimientos.
Otro de los problemas en los que el hecho de tener una elasticidad muscular adecuada repercute de manera positiva es el tono muscular, ya que puede disminuir la energía potencial concentrada en los músculos, que generalmente son causantes de contracturas musculares que restringen la capacidad de articular.
La elasticidad muscular es sumamente importante. Incluso cuando se mantiene un estado de reposo, los músculos están activos, y realizan leves contracciones, que en caso de ser muy constantes, pueden aumentar el tono muscular, lo cual conlleva a un deterioro o disminución de la correcta circulación de la sangre, y ocasiona alteraciones en la presión arterial. Sin embargo, una óptima elasticidad puede contrarrestar el aumento del tono muscular, permitiendo que el músculo pueda relajarse y la circulación del mismo mejore.
Cómo se puede adquirir mayor elasticidad muscular
Hay algunas alternativas que se pueden implementar para aumentar la elasticidad muscular, dentro de las cuáles se pueden citar las siguientes:
- Calentamiento antes de la actividad física: antes de realizar cualquier tipo de actividad física, es necesario que los músculos y articulaciones entren en calor y se preparen para un ejercicio más intenso.
- Práctica de ejercicios que favorezcan la elasticidad: así como la elasticidad muscular puede aumentar, también puede disminuir, y por ello es necesario realizar actividad física con regularidad, o recurrir a ejercicios o disciplinas que la potencian, como el pilates o el yoga.
- Estiramiento después de entrenar: mientras se hace ejercicios los músculos están sometidos a mucha intensidad y estrés, lo que esto ocasiona que las fibras musculares se compriman, como un mecanismo de defensa. Aunque las fibras musculares vuelven a la normalidad por sí solas, es importante realizar estiramientos, para evitar la rigidez corporal y mejorar el tono muscular.
- Buena alimentación: una alimentación equilibrada mejora considerablemente la salud del organismo, ya que hay alimentos que ayudan a potenciar la elasticidad muscular, como los pescados, algunas semillas como el sésamo, las frutas altas en antioxidantes, las grasas buenas como el aguacate, entre otras más.
Además de la alimentación, también existen suplementos alimenticios que pueden ayudarte en la recuperación y cuidado muscular, como por ejemplo Fisiocrem Músculos y Articulaciones. Gracias a la mezcla de diversos ingredientes en su composición como el magnesio, la leucina, el colágeno, el ácido hialurónico, la vitamina C, la glucosamina y la condroitina, los músculos y articulaciones se refuerzan, la recuperación fibrilar es más rápida y el cansancio muscular disminuye.
