
Se conoce como agujetas a las molestias musculares que suelen ocurrir cuando se realiza ejercicio después de un período de descanso, o tras realizar una actividad física más intensa de lo usual.
Trucos y consejos para la prevención de lesiones musculares
Teniendo en cuenta el ritmo de vida que llevamos, todo el tiempo que trabajamos y las posturas que mantenemos a lo largo del día, es normal que nuestros músculos se vean dañados y, por ello, existan consecuencias negativas.
Teniendo en cuenta el ritmo de vida que llevamos, todo el tiempo que trabajamos y las posturas que mantenemos a lo largo del día, es normal que nuestros músculos se vean dañados y, por ello, existan consecuencias negativas. Entre ellas se encuentran las molestias y dolores. La espalda es la parte del cuerpo que más sufre nuestras rutinas. Es la que más peso soporta y la que peor postura mantiene en cada jornada. Por ello, no es extraño sufrir una contractura en la espalda.
Tal y como su propio nombre indica, una contractura muscular tiene lugar cuando un músculo se contrae de manera involuntaria. De este modo, la zona del cuerpo que la sufre permanece en constante tensión. Se trata de una lesión muy común, pero impide hacer una vida normal, ya que limita ciertos movimientos.
Tiene su origen en un sobreesfuerzo, por ejemplo, cuando realizamos ejercicio físico excesivo o de una forma inadecuada, puede afectar de esta forma a diferentes músculos, como una contractura muscular en el gemelo, cuello o espalda. De esta manera, al finalizar el movimiento que se estaba llevando a cabo, el músculo no puede volver a su estado de relajación.
Asimismo, con el frío los músculos también se tensan, por lo que es otra causa frecuente por la que tiene lugar una contractura. Igualmente, la tensión acumulada en el día a día por el estrés o la deshidratación son otros motivos por lo que pueden derivar en este tipo de problemas.
Cuando sufres una contractura en la espalda y eres consciente de que tu vida rutinaria se ve limitada, solo deseas conseguir un remedio que te alivie y que te permita moverte con normalidad. Además, teniendo en cuenta que la contractura puede permanecer durante varios días, incluso más de una semana, la situación se complica. De este modo, a lo largo de este apartado vamos a explicarte cómo hacer frente a este problema de una forma sencilla.
Teniendo en cuenta los consejos anteriores, somos conscientes de que los parches pueden ser un elemento muy eficaz ante las contracturas de la espalda. Una buena opción en este ámbito sería Fisiocrem parche active, cuya tecnología basada en microcorrientes consigue reducir los dolores tanto de las articulaciones como de los músculos. Hay que destacar que es muy aconsejable, al ser capaz de reducir el dolor durante las 24 horas que dura el día.
Su funcionamiento se basa en su doble capa. La externa contiene cobre y zinc, mientras que la de abajo posee Harpagofito y Árnica. Cuando estas se ponen en contacto con las sales minerales que posee nuestra dermis, se desarrollan pequeñas corrientes que hacen efecto sobre el dolor, reduciéndolo de manera considerable. Se adhiere a la piel de forma sencilla, por lo que nos aseguramos sentirnos bien durante toda la jornada. Los parches pueden cortarse para conseguir la medida deseada.
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