Las contracturas musculares son una contracción virulenta de las fibras que componen un músculo o un grupo de ellos. Es algo involuntario y mantenido en el tiempo, causando molestias y la imposibilidad de mover esa musculatura de manera normal.
La causa de una contractura muscular es un incremento de la tensión debido a una actividad inadecuada, con un rango de movimiento erróneo o bien con una intensidad superior a la que el músculo contraído puede soportar. Asimismo puede venir ocasionada por una prolongación temporal del esfuerzo. Factores como el estrés, el sedentarismo o la falta de higiene postural también pueden estar en el origen de las contracturas musculares.
Cualquier persona puede sufrir una contractura muscular, pero aquellas menos acostumbradas al ejercicio físico tendrán más riesgos de padecerla. Los síntomas son la tensión persistente en la zona contraída y la incomodidad al movilizarla. Además, también la imposibilidad de realizar de manera completa determinados movimientos que implican los músculos contraídos, o bien la molestia creciente al realizar dichos movimientos.
Tratamiento de la contractura muscular
Existen algunos tratamientos típicos:
- La primera opción es siempre dejar de movilizar la zona afectada, aguardando a que nuestro organismo, gracias al reposo, logre descontracturar la zona.
- Aplicación de calor en el área afectada. Logra relajar la musculatura, combatiendo la contracción.
- Masajes fisioterapéuticos para relajar, descontracturar y recuperar la movilidad muscular.
- Administración de antiinflamatorios, relajantes y analgésicos para aminorar las molestias. Estos medicamentos siempre deben ser prescritos por el médico.
- Punción seca. Este método ha demostrado gran eficacia y merece un análisis aparte.
En qué consiste la punción seca
Esta técnica de fisioterapia tiene el objetivo de eliminar o mitigar las molestias musculares, miofasciales y musculoesqueléticas que hayan sido causadas por sobrecargas, contracturas, tirones, tensiones mantenidas en el tiempo y movimientos bruscos.
Para lograr su objetivo, la punción seca utiliza agujas especialmente diseñadas para puncionar nudos musculares y puntos gatillo específicos. Esta introducción de las agujas genera microespasmos musculares que eliminan sustancias inflamatorias.
Asimismo, se oxigena el músculo al causar un aumento del flujo sanguíneo. Se denomina punción seca porque no se introduce ninguna sustancia en el organismo. En el caso de que las agujas transmitan corrientes eléctricas, hablaremos de electropunción.
Ventajas de la punción seca
- Ayuda a la curación de lesiones crónicas que no han respondido bien a otros tratamientos.
- Reduce los plazos de convalecencia al acelerar la recuperación de las lesiones que trata.
- Mediante la punción profunda se pueden alcanzar tejidos que manualmente serían muy difíciles de manipular.
- Reduce las molestias de manera inmediata y las sigue reduciendo en los días posteriores al tratamiento.
- El tamaño de las agujas no produce heridas de tamaño suficiente como para requerir de cicatrización, por lo que los tejidos tratados se regeneran rápidamente en los días posteriores a la punción.
- Es una técnica muy útil para el tratamiento de puntos gatillo tanto musculares como miofasciales.
Otros métodos para aliviar las contracturas y el dolor que provocan
Además de la aplicación de calor en la zona y de masajes sobre el área contracturada, los estiramientos suaves pueden ofrecer alivio a las molestias causadas por las contracturas. Deben realizarse de manera muy cuidadosa, nunca llevando la musculatura más allá del punto en el que el dolor comienza. Deben repetirse con lentitud varias veces al día. En el caso de notar una mejora en el rango de movimiento, se puede aumentar de manera gradual.
Otro método es la actividad física suave que implique la zona contracturada. De la misma manera que los estiramientos, estos ejercicios deben ser moderados, precavidos y, en caso de incrementar su intensidad, debe hacerse sólo si se nota mejoría.
Otro alivio para las contracturas y sus molestias es el parche para el dolor muscular y articular de Fisiocrem. Este parche bicapa genera microcorrientes eléctricas al entrar en contacto con las sales minerales existentes en las capas externas de nuestra piel. Dicha estimulación eléctrica genera un efecto relajante muscular que alivia el dolor en cualquier zona del cuerpo.
El parche proporciona una adherencia excelente que puede llegar hasta las 24 horas y permite ser recortado para adaptarse a cualquier zona, incluidas las prominencias ósea. Mediante este parche podemos tratar el dolor y prevenir su empeoramiento gracias a las corrientes de baja intensidad que distienden los tejidos, relajándolos.
Prevención de contracturas
Evitar el sedentarismo mediante el ejercicio físico rutinario es la mejor manera de no padecer contracturas. Asimismo, podemos aprender a cuidar nuestra higiene postural en las actividades de la rutina diaria, evitando movimientos bruscos, posturas forzadas o tensiones repetitivas y continuadas. Los estiramientos frecuentes también nos ayudarán, así como actividades que se centran en incrementar nuestra flexibilidad, como el yoga o el pilates.
El movimiento es salud y activar nuestro sistema locomotor previene dolencias de muchos tipos, ofreciéndonos una mejor calidad de vida a lo largo de los años.
