Consejos y cuidados para tratar las lesiones musculares de piernas y pies
Tendinitis rotuliana
El tendón rotuliano es parte imprescindible del aparato extensor de la rodilla. Es una fibra muy pequeña de unos cuatro centímetros de largo y tres de ancho.
La tendinitis es la irritación o inflamación de los tendones, las cuerdas fibrosas o bandas elásticas que unen el músculo a los huesos. Son frecuentes en hombros, codos, muñecas, rodillas y talones. La causa de la tendinitis suele ser un desgarro o el uso frecuente y repetitivo de ciertos tendones. Es habitual entre personas que realizan trabajo físico repetitivo y en deportistas.
Causas, síntomas y tipos de la tendinitis rotuliana
Se conoce también como rodilla del saltador y es la lesión del tendón que conecta la rótula a la tibia. El tendón rotuliano es parte imprescindible del aparato extensor de la rodilla. Es una fibra muy pequeña de unos cuatro centímetros de largo y tres de ancho. Permite saltar, correr o patear un balón. Las personas cuya actividad conlleva un esfuerzo reiterado en la articulación de la rodilla están más expuestas a esta molestia, como los futbolistas, los jugadores de rugby o los nadadores.
Causas de la tendinitis
Además de cuestiones congénitas o problemas metabólicos, la causa más habitual de la tendinitis rotuliana son las microlesiones que con la actividad física repetitiva o excesiva se producen en los tejidos blandos de la rodilla. Al forzar en exceso el tendón rotuliano, los músculos se tensan y se producen microdesgarros, que son la causa de la inflamación y las molestias. Los cambios repentinos de intensidad en la actividad física, por ejemplo en las competiciones deportivas, un mal gesto o una técnica deficiente al ejecutar los movimientos también influyen en su aparición.
Síntomas
El dolor punzante debajo de la rótula es el síntoma más significativo. Un dolor que empeora al flexionar o forzar la rodilla. En los casos más preocupantes, se puede alargar en el tiempo y producirse también cuando se está en reposo. Otros síntomas destacados son también la rigidez de la rodilla, la falta de movilidad y la imposibilidad de realizar actividades cotidianas como flexionar o patear. Es importante tomar las medidas necesarias para contribuir a la recuperación de los tejidos tan pronto como se sientan las primeras molestias. La mala reparación de estos tejidos puede cronificarse y degenerar en una tendinosis.
Tipos de tendinitis rotuliana
La tendinitis rotuliana puede ser de tipo proximal, cuando se produce en la zona de inserción del tendón en la rótula, o de tipo distal, cuando los microdesgarros y molestias están más cerca del punto de inserción del tendón en la tibia. La primera es la más habitual de todas.
Aliviar y curar los síntomas de la tendinitis rotuliana
No hay un tiempo estimado de recuperación debido a las diferencias de cada paciente y del tipo de tendinitis rotuliana. La convalecencia puede variar entre un mes o algo más de seis semanas, hasta varios meses. Aprende a seguir los pasos necesarios para ayudar a la recuperación:
- Evitar la actividad física: Desde el momento en el que aparecen las primeras, es necesario evitar la actividad física exigente y repetitiva para evitar empeorar los síntomas.
- Guardar reposo: En un primer momento conviene guardar el mayor reposo posible y evitar los movimientos bruscos o innecesarios para dar tiempo al tendón a recuperarse y que la inflamación disminuya.
- Aplicar frío: Aplicar hielo o compresas frías sobre la zona de la rótula puede aliviar los síntomas y contribuir a disminuir la inflamación.
- Utilizar parches para las molestias musculares: Fisiocrem Parche Active es una solución que, con su tecnología de microcorrientes, ayuda a aliviar las molestias musculares y articulares, así como las contracturas de diversa índole. Los parches están formados por una capa exterior de cobre y zinc, y una interior de árnica y harpagofito que contribuyen a aliviar las molestias al entrar en contacto con las sales minerales del cuerpo. Tienen una adhesión óptima de 24 horas y pueden cortarse para ajustar su medida a la zona deseada.
- Comprimir la zona: Utilizar vendas elásticas para comprimir e inmovilizar la zona de la lesión ayuda a evitar movimientos innecesarios que puedan agravar los microdesgarros y las molestias.
- Masajes y ejercicios de rehabilitación: Realizar masajes en la zona contribuye a aliviar los síntomas y a mejorar la recuperación. Es necesario seguir a partir de cierto momento una rutina de ejercicios para rehabilitar las articulaciones, fortaleciendo músculos y tendones.
Recomendaciones para prevenir la tendinitis rotuliana
Ciertas rutinas ayudan a prevenir la tendinitis rotuliana:
- Realizar calentamientos y estiramientos: Antes de cualquier actividad física es necesario calentar y estirar los músculos para reducir la posibilidad de desgarros. También al finalizar conviene hacer ejercicios para relajar y destensar las diferentes zonas ejercitadas.
- Mejorar la técnica deportiva: Realizar los ejercicios de manera correcta, evitando malas posturas o movimientos incorrectos, sobre todo al realizar actividades deportivas.
- Usar un calzado cómodo: El calzado cómodo y apropiado para cada actividad física ayuda a minimizar la tensión y el estrés muscular y articular.
- Fortalecer la rodilla: Ejercicios específicos para tonificar y fortalecer el área de la rodilla, así como los músculos y tendones conexos, contribuyen a evitar el sobreesfuerzo de los mismos.
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