Consejos y cuidados para tratar las lesiones musculares de piernas y pies
Cómo tratar tu tobillo tras un esguince
El esguince de tobillo es una lesión bastante común, y aunque los deportistas son especialmente susceptibles, cualquier persona puede ser víctima de sufrirla.
El esguince de tobillo es una lesión bastante común, y aunque los deportistas son especialmente susceptibles, cualquier persona puede ser víctima de sufrirla. Ya sea caminando por la calle, corriendo o practicando cualquier deporte, los ligamentos que conectan los huesos del tobillo se pueden estirar o desgarrar causando lesión. Un correcto tratamiento esguince tobillo puede influir directamente en el tiempo de recuperación, los niveles de dolor y la capacidad de curación.
Adoptar las medidas adecuadas tras un esguince también puede ayudar a reducir las posibilidades de una recurrencia. Es fundamental conocer las acciones correctas a seguir para minimizar las complicaciones a largo plazo.
Clasificación del esguince de tobillo
Los esguinces se clasifican en diferentes grados según la gravedad de la lesión. Existen tres tipos que se deben conocer antes del tratamiento esguince tobillo:
- Esguince de grado 1: en este nivel, los ligamentos que rodean el tobillo se estiran pero no se desgarran por completo. Puede haber dolor leve, hinchazón y una ligera dificultad para caminar. La articulación aún conserva cierta estabilidad, y es posible que no se requiera un tratamiento intensivo.
- Esguince de grado 2: en este caso, los ligamentos se desgarran parcialmente. Hay un dolor más intenso, hinchazón visible, moretones y dificultad para caminar. La articulación puede sentirse inestable y laxa. Es posible que el tratamiento esguince de tobillo requiera de un período de inmovilización y fisioterapia para ayudar en la recuperación.
- Esguince de grado 3: este es el grado más grave de esguince de tobillo. En este nivel, los ligamentos se desgarran por completo, lo que provoca una pérdida significativa de estabilidad en la articulación. Hay dolor intenso, hinchazón pronunciada, moratones extensos y dificultad para caminar. Puede requerir un tratamiento más riguroso, como el uso de férulas o yesos, seguido de rehabilitación para recuperar la fuerza y la funcionalidad completa del tobillo.
¿Cómo tratar tu tobillo tras un esguince?
El tratamiento esguince tobillo y la duración de la recuperación varían según la gravedad de la lesión. Para la mayoría de los esguinces de este tipo, se recomienda seguir el método conocido como RICE durante las primeras 48 a 72 horas después de la lesión:
Reposo
Descansa el pie durante los primeros dos o tres días, evitando realizar actividades que puedan agravar la lesión (correr, saltar, hacer ejercicio), y limita la carga de peso en el tobillo afectado.
Hielo
Este es un paso esencial para reducir la inflamación. Aplica compresas de hielo en el área lesionada durante 15-20 minutos, cada dos o tres horas durante los primeros días. En los tratamientos para esguince de tobillo también se recomienda usar un producto sanitario como Fisiocrem Spray Active Ice.
Es especialmente útil para tratar el dolor asociado con el esguince y puede ser aplicado fácilmente en cualquier momento y lugar, cuantas veces sea necesario. Ofrece una solución rápida, práctica y efectiva, brindando un alivio casi instantáneo.
Para su aplicación, se debe mantener una distancia de aproximadamente 20 centímetros del área afectada y mantenerlo activo entre dos a cinco segundos. Al pulverizar, es recomendable realizar movimientos circulares para asegurar una cobertura uniforme.
Compresión
Envuelve el tobillo con un vendaje elástico o utiliza una tobillera de compresión para ayudar a controlar la hinchazón. Asegúrate de que quede ajustado pero sin aplicar demasiada presión para evitar la restricción del flujo sanguíneo.
Elevación
Por último, la elevación del pie por encima del nivel de corazón es clave en el tratamiento esguince tobillo para reducir la hinchazón. Esta posición permite que el flujo sanguíneo y la circulación se mejoren, lo que contribuye a la disminución de la inflamación. Puedes utilizar almohadas o cojines para elevar el pie mientras descansas.
Consejos para prevenir el esguince de tobillo
Si bien estas lesiones son un tanto impredecibles, se puede reducir el riesgo de sufrirlas teniendo en cuenta lo siguiente:
- Reconoce las señales de cansancio: es importante escuchar a tu cuerpo y disminuir la intensidad del ejercicio cuando te sientas fatigado o sientas dolor en la zona.
- Usa calzado adecuado: ya sea que vayas a tu entrenamiento deportivo o tengas una salida, utiliza un calzado adecuado para la actividad que vayas a realizar. Asegúrate de que sean cómodos, brinden soporte adecuado al tobillo y tengan suelas antideslizantes.
- Realiza ejercicios de equilibrio: practica ejercicios que mejoren tu equilibrio y estabilidad, como ponerse de pie sobre un solo pie o realizar movimientos controlados en superficies inestables. Esto ayudará a fortalecer los músculos del tobillo.
- Calienta antes del ejercicio y estira después: realizar un calentamiento adecuado antes de practicar deporte prepara tus articulaciones y los estiramientos posteriores ayudan a la recuperación.
- Elige superficies planas para correr: opta por terrenos regulares y presta atención a donde pisas al trotar o correr, incluso en tu vida diaria al caminar por la calle.
- Presta atención a tus movimientos: evita distracciones mientras caminas, corres o participas en actividades físicas. Estar consciente de tu cuerpo y del entorno puede ayudarte a evitar situaciones que puedan llevar a un esguince de tobillo.
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