Consejos y cuidados para tratar las lesiones musculares de piernas y pies

Qué es una lesión de ligamentos cruzados de la rodilla

La lesión de ligamentos cruzados es una de las más frecuentes en jóvenes y deportistas. Si el ligamento cruzado se desgarra o se rompe, la rodilla se vuelve inestable cuando se tuerce y puede ceder, además de perder todo su rango de movimiento.

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La lesión de ligamentos cruzados es una de las más frecuentes en jóvenes y deportistas. El ligamento cruzado anterior es el ligamento que controla el movimiento hacia adelante y hacia atrás de la rodilla junto con el ligamento cruzado posterior, que se lesiona con menos frecuencia, y ambos se encargan de dar estabilidad a la articulación y a la totalidad de la pierna.

Si el ligamento cruzado se desgarra o se rompe, la rodilla se vuelve inestable cuando se tuerce y puede ceder, además de perder todo su rango de movimiento. A medida que la rodilla cede, las delicadas estructuras internas, así como la superficie de la articulación y los cartílagos meniscales, también pueden dañarse.

Una lesión de ligamento cruzado anterior o posterior, desatendida, da como resultado una biomecánica alterada de la rodilla y un mayor riesgo de padecer artrosis secundaria a largo plazo.

En este enlace te contamos cómo fortalecer los ligamentos de la rodilla para evitar lesiones.

Síntomas de lesiones en ligamentos cruzados de rodilla

Por lo general, cuando aparece una lesión de ligamento cruzado, se escucha como un chasquido. La persona que la sufra, generalmente, usará sus manos para presionar la rodilla y lo describirá como una sensación de inestabilidad.

Además, sentirá dolor en el momento de producirse el desgarro; sin embargo, después pueden tener otros síntomas o no, dependiendo de la gravedad de la lesión. A menudo aparece un dolor intenso e hinchazón de la articulación de la rodilla en las 24 horas posteriores a la lesión; pero, si el desgarro es leve, puede que no aparezca.

La mayoría no tienen problemas para caminar, pero si intentan volver a hacer deporte, pueden tener cierta inestabilidad o no ser capaces de soportar peso sobre la rodilla afectada.

¿Cómo calmar el dolor de la lesión de ligamentos cruzados de la rodilla?

Para tratar la lesión de ligamentos cruzados, a veces es suficiente con evitar mover la articulación afectada. En muchos casos, si la lesión es grave, los médicos recomiendan operar para después seguir con un tratamiento de fisioterapia y reconstruir la musculatura. El tratamiento suele ser más fácil si se hace en las primeras 6 a 8 semanas después de la lesión, aunque en algunos casos se han realizado tratamientos y operaciones hasta 10 años después.

Por otra parte, también existen tratamientos que giran en torno a la fisioterapia y a los remedios naturales que pueden ayudar a reducir el dolor mientras dura la lesión. Algunos de los más usados son plantas que tienen un poder analgésico y antiinflamatorio considerable para ayudar a calmar este tipo de dolencias, como por ejemplo:

  • Árnica: calma el dolor muscular, reduce la inflamación y los hematomas.
  • Caléndula: ayuda a prevenir el dolor y los espasmos musculares.
  • Hypericum: actúa como analgésico en el tratamiento de dolores musculares.
  • Melaleuca: tiene propiedades antiinflamatorias, antisépticas, antimicrobianas y desinfectantes.

Una ayuda para reducir el dolor de la lesión es Fisiocrem Spray Active Ice que, gracias a sus componentes, proporciona un efecto frío inmediato. Además, es perfecto para adultos y niños mayores de 12 años y se puede aplicar las veces que sean necesarias.

Factores de riesgo

Es más probable que se produzca una lesión de ligamento cruzado (especialmente del anterior) cuando se participa en deportes que implican giros y saltos, como el fútbol, ​​baloncesto o el tenis. El esquí, debido a la presión sobre la rodilla mientras el tobillo se mantiene en una posición fija, es también uno de los deportes con más probabilidades de desgarros del ligamento cruzado anterior.

También puede ocurrir con ciertos movimientos, como cuando una persona salta y aterriza con fuerza. Si los músculos del cuádriceps no son lo suficientemente fuertes, un movimiento repentino puede ejercer demasiada presión sobre la articulación de la rodilla y provocar que el ligamento cruzado se desgarre o se rompa.

También, esta lesión puede deberse a otros factores: por ejemplo, el sobrepeso en los jóvenes o competir en deportes de los anteriormente mencionados desde una edad más temprana; también porque cada vez son más populares deportes como el skate, el esquí o el snowboard, que igualmente ponen en riesgo sus rodillas.

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