Los esguinces, torceduras, distensiones y lesiones varias son los riesgos más comunes de realizar ejercicio físico, pero también pueden ser sufridos por personas sedentarias. De hecho, el ejercicio físico regular prepara a nuestra musculatura, a nuestros ligamentos y articulaciones para afrontar movimientos de mayor rango. En cambio, alguien sedentario puede llegar a lesionarse con movimientos menos bruscos precisamente por su falta de costumbre.
Estas lesiones suelen provenir de movimientos demasiado violentos que suponen una elongación excesiva de determinados tejidos (tendones, músculos, articulaciones o combinaciones de todos ellos). Esto se debe a que son llevados más allá de lo que pueden soportar sin roturas, microrroturas, desgarros u otros problemas.
Riesgos para el tobillo
Una de las articulaciones que más lesiones sufren son los tobillos. Por su posición en nuestra anatomía padecen un estrés continuo soportando casi todo el peso de nuestro cuerpo. La frecuente implicación de los tobillos en muchos movimientos hace que sea inusual encontrar a una persona que no haya tenido ningún esguince de tobillo, por leve que haya sido, a lo largo de su vida.
Además, los tobillos casi siempre están presentes de manera muy activa en los movimientos bruscos de cualquier deporte o actividad física. Sobre todo aquellas que implican amplios rangos de movimiento, como aceleraciones, frenadas, cambios de sentido y dirección, saltos y caídas.
Vendaje funcional para el esguince del tobillo
Se trata de un tipo de vendaje que puede ayudar mucho a preservar la articulación, protegiéndola y sirviendo de tratamiento contra algunos esguinces que no sean graves.
En qué consiste el vendaje funcional
Este tipo de vendaje usa una técnica específica en la que se combinan la biomecánica y la anatomía con el objetivo de limitar de manera selectiva el movimiento en el área donde se sufre el percance. Esta limitación selectiva del rango de movimiento propiciará una mejora de la lesión o de las molestias de la zona sin paralizar por completo su funcionamiento.
Aplicación y beneficios del vendaje funcional para el tobillo
Primero deben establecerse puntos de sujeción de las tiras del vendaje, así como anclajes y límites del movimiento que permitirá. Se sujetará el ligamento lateral externo, aplicando longitudinalmente las tiras realizando figuras en forma de ocho para dar consistencia al vendaje.
Este tipo de venda para el esguince de tobillo tiene beneficios tanto preventivos como terapéuticos, al evitar que la lesión vaya a peor o que incluso llegue a producirse. Además, ayuda a reducir la movilidad de un tobillo que ya esté dañado si ese es el caso, de manera que se acorta el tiempo de tratamiento.
Está especialmente indicado en el caso de deportistas para evitar la inmovilidad total que produce pérdida de masa muscular.
Alivio de las molestias durante el tratamiento
Si notamos que nos aprieta mucho, que se nos duerme la zona o sentimos cosquilleo o picor, debemos avisar a nuestro médico o fisioterapeuta para que revise el vendaje. Conviene reposar el tobillo y situarlo en altura durante el tiempo que podamos, sin llegar a la inmovilización total, porque ese no es el objetivo del vendaje funcional.
En temporadas cálidas, el vendaje puede darnos calor y la transpiración puede ser molesta e incluso llegar a aflojarlo, por lo que se recomienda cambiarlo con más frecuencia según lo indicado por el especialista.
Vuelta a la actividad deportiva o a la movilidad normal
Dependerá de la gravedad de la lesión sufrida. Casi todos los esguinces moderados en el tobillo pueden recuperarse en un plazo entre las 4 y las 6 semanas. En el caso de esguinces leves puede ser de solo una o dos semanas.
El diagnóstico nos indicará el plazo concreto y la evolución de la recuperación definirá con exactitud dicho plazo. Si recuperamos bien podemos cambiar el vendaje funcional por otro que permita mayor rango de movimiento para ir logrando de manera gradual la movilidad plena.
Prevención de esguinces
Además de estudiar y prevenir los movimientos arriesgados usuales en la actividad física que desempeñamos, podemos recurrir a:
- Calentamientos específicos y graduales para las articulaciones.
- Estiramientos concretos para las articulaciones con riesgo de lesión.
- Vendajes preventivos adaptados a cada articulación y a la actividad que realicemos.
- Aplicación de frío en las zonas sobrecargadas por la actividad física una vez terminada esta.
La aplicación de efecto frío es una medida eficaz y al alcance de todos gracias al Spray Active Ice de Fisiocrem, que logra reducir la temperatura en la zona de aplicación hasta un 14%. Esto procura un alivio a las dolencias derivadas de la actividad física como torsiones, contusiones, calambres, torceduras, moratones, tortícolis, molestias cervicales o de espalda, contusiones, tirones y traumatismos.
La facilidad de su aplicación, el hecho de que no manche la ropa y su envase cómodo de sencillo uso nos permite llevar este producto con nosotros para mejorar nuestra experiencia como deportistas.
El 25% de las lesiones deportivas implican a los tobillos, siendo la zona de nuestra anatomía más castigada. Mediante medidas preventivas y con los productos adecuados podemos reducir la incidencia de este tipo de lesiones, así como la gravedad de las mismas si aparecen.
