¿Cómo prevenir la dislocación de rodilla?

Una dislocación de rodilla se produce cuando un traumatismo provoca la salida del fémur de su posición normal en relación con la tibia. Esta situación puede ser el resultado de otras lesiones. Además, cabe la posibilidad de que se desgarren los ligamentos de la rodilla y se cause daño a los nervios.

Para prevenir que esto suceda, emplea métodos adecuados a la hora de realizar ejercicios y participa en actividades deportivas. Esto te permitirá mantener la rodilla en una condición fuerte y flexible. Por otra parte, es importante destacar que, en algunos casos, la prevención completa puede resultar complicada. En especial si hay factores físicos que predisponen a la persona a padecer este tipo de lesiones.

¿Cómo saber si se ha dislocado la rodilla?

El dolor y la incomodidad en las articulaciones son preocupaciones comunes, pero la dislocación de una rodilla es una lesión que merece una atención especial. Reconocer los síntomas y asistir al médico son los primeros pasos hacia la recuperación. A continuación, te mostramos los más destacados:

• Alteración en la apariencia de la rodilla.
• Dificultad para enderezar la rodilla porque permanece flexionada.
• Desplazamiento de la rótula hacia el exterior de la rodilla.
• Sentir sensibilidad y dolor en la zona de la rodilla.
• Inflamación notoria en la articulación de la rodilla.
• La rótula se siente “floja”, lo que permite un exceso de movimiento de izquierda a derecha. Esto se conoce como hipermovilidad rotuliana.

Cuando ocurre esto por primera vez, se asocia con un dolor intenso y puede dar como resultado la incapacidad para caminar. Sin embargo, con dislocaciones posteriores, el dolor podría disminuir y no afectar tanto la movilidad. A pesar de ello, no se debe subestimar la importancia de recibir ayuda sanitaria. La dislocación de la rótula puede ocasionar daños en la articulación de la rodilla y aumentar el riesgo de desarrollar osteoartritis. Además, las dislocaciones repetidas pueden agravar la condición y dificultar su tratamiento.

Dislocación de rodilla, ¿qué hacer?

A continuación, te proporcionamos algunas recomendaciones para saber qué hacer al dislocar la rodilla:

1. Aplica hielo. El hielo es un aliado importante para reducir la inflamación y aliviar el dolor. Además, puede prevenir los daños en el tejido. Utiliza una compresa de hielo o coloca hielo triturado en una bolsa de plástico. Cubre el área con una toalla húmeda y aplícalo sobre la rodilla durante 15 o 20 minutos cada hora.
2. Eleva la rodilla. Cuando sea posible, eleva tu rodilla por encima del nivel de tu corazón. Este simple gesto ayudará a reducir la inflamación y aliviará el dolor. Puedes colocar almohadas o mantas debajo de la rodilla para mantenerla elevada cómodamente.
3. Evita el movimiento de la rodilla. Es crucial que tu rodilla no se someta a movimientos bruscos durante un período de hasta 6 semanas. En ocasiones, podría ser necesario un yeso en la pierna para mejorar gradualmente la movilidad a medida que la rodilla se recupera.
4. Utiliza muletas si es necesario. Si no debes apoyar peso en la rodilla lesionada, es importante que emplees muletas. Lo usual es usarlas durante un período de 4 a 6 semanas.
5. Sigue las indicaciones de fisioterapia. La fisioterapia es esencial en tu proceso de recuperación. Un fisioterapeuta te guiará en la realización de ejercicios para mejorar la movilidad de la rodilla, fortalecerla, aumentar su estabilidad y reducir el dolor. Además, es probable que debas fortalecer la musculatura del estómago, la espalda, las caderas y las piernas.

Tiempo de recuperación para una rodilla dislocada

Una rodilla dislocada tiene un tiempo de recuperación de semanas, e incluso meses. Es fundamental ser paciente y esperar a que sane para regresar a las actividades habituales.

Cómo ayudar a aliviar el dolor en una rodilla dislocada

Ahora ya conoces lo que debes hacer para tratar una rodilla dislocada y cuanto puede tardar en recuperarse, pero ¿sabes qué puedes hacer para calmar el dolor mientras se recupera tu rodilla?

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