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Resolvemos las preguntas más frecuentes sobre las lesiones por Paula Butragueño Y Dr. Carlos Agudo

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Las lesiones deportivas son una preocupación común para quienes practican actividad física, ya sea de manera profesional o recreativa. No todas las lesiones se deben tratar de la misma forma, por lo que es esencial entender su causa, los tratamientos disponibles y, sobre todo, cuándo es necesario acudir a un especialista. Hoy resolveremos las preguntas más frecuentes sobre las lesiones, incluyendo cómo tratarlas adecuadamente y la importancia de la rehabilitación activa.

¿Qué lesiones son las más frecuentes?

Las lesiones deportivas pueden variar según el deporte que practiques, pero aquí te mencionamos algunas de las más comunes que pueden afectar tanto a profesionales como a aficionados:

  • Esguinces: Ocurren cuando los ligamentos, que conectan los huesos en una articulación, se estiran o desgarran. Los esguinces de tobillo y de rodilla son los más comunes, especialmente en deportes de contacto o de movimientos bruscos, como fútbol, baloncesto o trail running.
  • Tendinitis: Se trata de la inflamación de los tendones debido a movimientos repetitivos o sobrecarga. Es común en corredores, ciclistas y en deportes de raqueta como el tenis. También afecta a nadadores, donde se ve en la tendinitis del manguito rotador (hombro).
  • Fracturas por estrés: Pequeñas fisuras en los huesos causadas por la sobrecarga repetida. Los corredores de largas distancias y los saltadores en atletismo suelen experimentar este tipo de fracturas en los pies, tibias o caderas.
  • Distensiones musculares: Ocurre cuando los músculos se estiran demasiado o se desgarran. Es muy común en la parte posterior del muslo (isquiotibiales) o en la pantorrilla (gemelos), especialmente durante sprints o movimientos explosivos en deportes como el fútbol, el rugby o el baloncesto.
  • Lesión del ligamento cruzado anterior (LCA) de la rodilla: Se produce cuando el ligamento cruzado anterior de la rodilla se rompe, lo que puede suceder en deportes que requieren giros rápidos, como fútbol, esquí o baloncesto.
  • Bursitis: Inflamación de las bolsas que contienen líquido (bursas) distribuidas en las articulaciones. Puede ser consecuencia de un uso excesivo, especialmente en deportes con movimientos repetitivos de las articulaciones como la natación, ciclismo o levantamiento de pesas.
  • Fracturas: Si bien las fracturas por estrés son microfisuras, las fracturas completas son roturas totales del hueso, y pueden ocurrir por impactos directos en deportes como rugby, artes marciales o ciclismo en carretera, donde los accidentes son más frecuentes.
  • Fascitis plantar: Inflamación de la fascia plantar, el tejido que va desde el talón hasta los dedos del pie. Común en corredores y en personas que pasan mucho tiempo de pie o con calzado inadecuado.

Conocer estos tipos de lesiones deportivas y sus causas te permitirá estar mejor preparado para prevenirlas y tratarlas adecuadamente.

Causas de las lesiones

Existen diversas causas de las lesiones deportivas, pero entre las más frecuentes se encuentran:

  • Sobrecarga muscular: El uso excesivo de una zona específica del cuerpo sin darle tiempo para recuperarse.
  • Técnica inadecuada: Realizar movimientos de forma incorrecta aumenta la presión sobre músculos y articulaciones no preparados para soportar esa carga.
  • Falta de calentamiento: Saltarse el calentamiento antes de la actividad física aumenta el riesgo de lesiones musculares.
  • Fatiga muscular: Los músculos cansados son más propensos a sufrir accidentes porque pierden capacidad de respuesta y coordinación.

Cómo se tratan las lesiones

El tratamiento de una lesión depende del tipo y la gravedad, pero es crucial actuar de inmediato para evitar que empeore. Aquí te explicamos los pasos esenciales para tratar una lesión deportiva:

  1. Consultar a un médico especialista: Es fundamental para obtener un diagnóstico adecuado, determinar la gravedad de la lesión y definir el mejor tratamiento. Un esguince que parece menor puede esconder una lesión mayor, como un desgarro de ligamentos.
  2. Método RICE: Para lesiones agudas (esguinces, distensiones musculares o contusiones), una de las recomendaciones iniciales es aplicar el método RICE:
    • R (Rest, reposo): Detén cualquier actividad física inmediatamente para evitar que la lesión empeore.
    • I (Ice, hielo): Aplicar frío durante las primeras 24 a 48 horas ayuda a reducir la inflamación y el dolor. Aplica hielo en sesiones de 15 a 20 minutos varias veces al día.
    • C (Compression, compresión): Envuelve la zona lesionada con una venda elástica para ayudar a controlar la hinchazón.
    • E (Elevation, elevación): Mantén la parte lesionada elevada por encima del nivel del corazón, para reducir la hinchazón.

El frío es crucial en las primeras horas para reducir la inflamación, mientras que el calor se puede aplicar después de las primeras 48 horas para relajar los músculos y mejorar la circulación en la zona afectada.

  1. Rehabilitación activa precoz: Aunque el reposo es necesario en la fase inicial de una lesión, cada vez más expertos recomiendan la rehabilitación activa para acelerar la recuperación. Bajo la supervisión de los especialistas adecuados, se pueden realizar ejercicios específicos que fortalecen las áreas no afectadas mientras se trabaja gradualmente en la zona lesionada. Los beneficios incluyen:
    • Mantener la fuerza y la movilidad en otras áreas del cuerpo mientras la zona afectada se recupera.
    • Mejorar la circulación sanguínea, lo que favorece la recuperación más rápida de los tejidos dañados.
    • Evitar el impacto psicológico negativo del reposo absoluto, que puede afectar la motivación y el bienestar general.
  1. Productos complementarios: En paralelo, puedes utilizar productos que ayuden a aliviar las molestias. Fisiocrem, por ejemplo, es ideal para este tipo de situaciones. Aplicado regularmente, ayuda a reducir el dolor muscular y articular, lo que facilita la recuperación y permite continuar con la rehabilitación sin molestias innecesarias.

Además, Fisiocrem se puede utilizar antes de la actividad física para preparar la musculatura y ayudar a prevenir posibles lesiones. Su fórmula a base de ingredientes naturales como árnica, hipérico y caléndula favorece la activación muscular y mejora la circulación, haciendo que el cuerpo esté mejor preparado para el ejercicio.

Las lesiones deportivas son un desafío que todos los deportistas pueden enfrentar en algún momento. Lo más importante es saber cuáles son las lesiones deportivas más frecuentes, actuar de manera rápida y adecuada para tratarlas, y sobre todo acudir a un médico especialista para obtener un diagnóstico claro y poder solventarlas con la mayor rapidez.

Recuerda que, con la atención adecuada y la orientación de un especialista, puedes superar una lesión y volver más fuerte que antes. ¡Cuida tu cuerpo y sigue avanzando!

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